viernes, 1 de abril de 2011

Media docena

  Media docena

 

  No, no se trata de media docena de animales ni de productos cultivados o elaborados en el pueblo, sino de canciones; pero no aquellas infantiles y de juegos que, generalmente, cantaban las chicas, ni las más o menos actuales de los discos de pizarra que compraba el ayuntamiento para el picú que éste tenía en el salón para el baile de los domingos y días festivos, ni tampoco aquellas que nos aprendíamos mientras la orquestina contratada amenizaba y alegraba las fiestas patronales; no, no... ¡qué va! Me refiero a las seis canciones que alguna vez canté con mis compañeros  en la escuela durante los tres cursos que asistí a la misma, desde los 6 a los 9 años, más o menos.

  Las posturas adoptadas por mi memoria a fin de atisbar e identificar las pavesas musicales flotando entre mi duro oído y mi cerebro en rítmica ebullición, han sido variadas, y algunas de risa. Pero al final he obtenido una satisfactoria recompensa. Veamos, mejor, oigamos cuatro de las seis. Pero antes, enumeraré las seis y ampliaré este texto con mi crónica y evidente economía de vocabulario:

1. Ya se van los pastores.

2. Levántate, morenita.

 3. Cara al sol.

4. Prietas las filas.

5. Venid y vamos todos.

6. Ay, del chiquirritín.

  De esta raquítica lista se deduce que el terruño, la patria y Dios eran los valores que habrían de penetrar, por entonces, en lo más profundo de nuestros corazones y mentes. El primero lo sentía, vivía y comprendía con notable intensidad, dada la poca edad, claro; el segundo lo sentía y hasta mínimamente lo comprendía, sin embargo, el tercero, ni una cosa ni la otra, aunque la canción de mayo me hacía algunas apreciables cosquillitas, no sé si por el espíritu de la primavera o por el otro.

  Cuando ya estaba a punto de alejarme de estos rescolditos, una ráfaga de recuerdo ha avivado mi memoria arrastrando hasta ella una deterioradísima fotografía en la que estamos chicos y chicas en la escuela de estas últimas (si faltaba el maestro o la maestra, nos juntaban a todos en una sola) cantando "Prietas las filas", y una fotocopia memorística de un romance que, años más tarde, me recitara el Juan Pedro, del cual transcribo lo que mis tías neuronas del recuerdo me permiten. ¡Ah¡, y después del romance, los enlaces para escuchar las cuatro canciones que he seleccionado, y que son:

1. Ya se van los pastores.

2. Levántate, morenita.

3. Cara al sol.

4. Venid y vamos todos.

 

 

  Romance

 

  Por caminos, por atajos,

Por cordeles y senderos

Los rebaños de merinas

Van atravesando el puerto.

En La Aldehuela y Oncala,

en San Andrés y San Pedro

Hay alegría en las mozas,

En los chiquillos y viejos

Al contemplar los rebaños

Careados por sus cerros.

  "¡Ya oigo, madre, ya oigo

El ladrido de los perros,

El gritar de los pastores

Y el balido de corderos!

  ¡Ya veo, madre, ya veo

Aquel mocito moreno

Que al despedirse me dijo:

  -Al volver nos casaremos!"

  ¡Yangüeses y Sampedranos,

Hombres valientes y austeros,

Que buscáis en otras tierras

Para el ganado sustento,

Bienvenidos seáis todos

A vuestras casas y pueblos!

 

 http://dl.dropbox.com/u/4572925/Ya%20se%20van%20los%20pastores.mp3

 http://dl.dropbox.com/u/4572925/Lev%C3%A1ntate%20morenita.mp3